Si bien aún son pocos los que lo aplican, la tendencia en ascenso en el mundo de las ventas tiene nombre y apellido: content marketing o marketing de contenido.
De acuerdo a un estudio acerca de los gerentes de marketing más influyentes, dado a conocer a la opinión pública en la revista Forbes, en el 2015 se dio el pie de inicio para que el mundo del marketing se volviera más desafiante y atrevido gracias al marketing de contenidos. De acuerdo a este estudio, los llamados CMOs (Chief Marketing Officers) más influyentes tienen la habilidad para sumar el arte de contar historias a las estrategias de comercialización, y así desarrollar marcas con contenido, capaces de comunicarse con los clientes por medio de experiencias que van más allá de un producto o servicio.
El vicepresidente de marketing de Apple, Phill Schiller, por haber urdido las estrategias propias del marketing al momento de lanzar al mercado el 6S iPhone, el iPad Pro y Apple iOS 9, ha sido recientemente catalogado como el CMO más exitoso del mundo. Para los expertos, lo que hace aSchiller el líder indiscutible es que subraya tres puntos de vista de interés: marketing móvil, innovación en marketing y marketing global. Según se lee en el estudio, Schiller, a diferencia de sus colegas, cuya obstinación tiende a encerrarse en la discusión sobre productos, ha tenido la visión de abrir nuevas posibilidades, demostrando que para destacar en el área del marketing no sólo hay que desarrollar un dominio en términos de marca.
Pero, ¿de dónde saldrán estas nuevas posibilidades? De acuerdo al estudio, la fuente de inspiración será el marketing de contenidos. Pero, ¿en qué consiste este nuevo tipo de marketing? Parafraseando a Miguel Ugaz, director de MU Marketing & Content Lab, el objetivo del marketing de contenidos es la generación de propuestas de valor más allá de las características específicas de sus productos. El marketing de contenido tiene como misión vender productos o servicios por medio de contenido relevante, para, en el mejor de los casos, "tocar las vidas" de potenciales clientes.
Ugaz explica: "ya no hablamos de públicos, clientes o consumidores, sino de audiencias, que quizás no estén buscando comprar, y que buscan información constantemente, requieriendo escuchar soluciones antes que de productos puntuales." Y agrega: "ante la proliferación de información en internet, y la alta segmentación y especialización de los mercados, las audiencias ya no reaccionan de la misma manera que antes a las marcas, que nos repiten incesantemente lo perfectas que son. Hoy, las audiencias son menos receptivas frente a contenido que no ofrece una solución real a sus dudas o necesidades"
Un claro ejemplo de esto se ve cuando el contenido que elabora una marca tiende a ser relevante para una audiencia, y este es compartido a gran escala, aumentando los niveles de confianza, por tener a personas que no representan oficialmente a la marca recomendando el producto o el servicio, los cuales consideran que semejante contenido tiene la potencialidad de transformarse en una solución tangible para otros.
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